EDITORIAL: EXLIBRIC
PUNTUACIÓN: 9/10
AUTOR: ANTONIO JESÚS PINTO TORTOSA
En mi primera entrada, me gustaría hablar de una colaboración genial que he hecho este mes.
Este libro me llego por parte de la editorial de forma casi aleatoria (yo no elegí el titulo) y he de reconocer que esto, al principio me echaba un poco para atrás, ¿y sí no me gustaba o no era capaz de terminármelo? Pues he de decir que sucedió todo lo contrario:
Jugaron a mi contra muchas cosas: estaba en lo que llamaba un parón lector y a eso se le sumaba que apenas tenía tiempo de leer nada con los exámenes, los estudios, los trabajos y en resumen el fin de carrera, así que, cuando lo cogía leía súper pocas páginas.
Para poder continuar hablando de este libro voy a comenzar dejando por aquí la sinopsis:
No escribo estas páginas esperanzado en que alguien las lea… Así comienza el relato del protagonista de esta historia, que al final de su vida decide rendir cuentas consigo mismo y hacer examen de conciencia, examinando un acontecimiento que marcó su vida.
Transcurría la primera década del reinado de Isabel II; días después de la Navidad de 1840, tras el ascenso del general Espartero a la presidencia del Gobierno, Antonio Robledo, perteneciente a una importante familia de Antequera, fue asesinado a las puertas de la Iglesia de San Pedro. Todos hablaron entonces de un crimen con móviles políticos, pero nadie se animó a iniciar la investigación por miedo a las represalias de los políticos de Madrid, a quienes se consideraban implicados en el homicidio.
Tres años más tarde el narrador, entonces un joven funcionario de la Audiencia de Granada, recibió el encargo de investigar el crimen y acudió a Antequera, donde colaboraría estrechamente con el inspector de Policía para desentrañar el juego de intereses de aquella ciudad. Aparentemente la hipótesis del crimen estaba clara y solo restaba contrastarla, pero hubo algo que todos pasaron por alto: en el teatro de la Humanidad nunca hay que descartar el papel que juegan las pasiones, verdadero y único motor de la Historia.
El protagonista de esta historia comienza haciendo una reflexión a finales de su vida donde rinde cuentas de ella, se centra en el episodio que lo hace abandonar Granada forzosamente y acudir al pueblo de Antequera para esclarecer un asesinato: el de Antonio Robledo.
Quiero destacar una cosa que me ha llamado la atención primeramente: el periodo histórico del libro, nos situamos en el Reinado de Isabel II y años posteriores, siglo XIX en España, y yo personalmente, poca cosa antes que este libro (por no decir absolutamente nada) he leído situándome en esta etapa. Al principio he de reconocer que se me hizo tedioso leer las primeras páginas pues contenían demasiada información política de la época.
Pero luego la trama se vuelve tras los primeros capítulos completísima: intriga a más no poder (poniéndonos un poco en situación del momento político del país) con alguna que otra connotación de contenido histórico por parte del autor, que ciertamente, es necesaria para entender algunas cosas.
Los personajes me han encantado y están bastante completos, aunque si tuviera que destacar a alguno con el que me quede como favorito, sería sin duda el inspector jefe de policía. Otra cosa por lo que decidí puntuar el libro fue por la intriga, ya que a medida que pasas las páginas se van entremezclando muchos acontecimientos, y no solo referidos a quien es el asesino de Antonio Robledo,también descubrimos los secretos de cada uno, amoríos, venganzas, rivalidades.
Cuando llegué a menos de la mitad del libro fue cuando lo terminé prácticamente del tirón y no pude soltarlo.
El final es completamente inesperado, aunque hay algunos matices que sí que te ves venir (pero muy pocos y eso me convenció totalmente).
¡Lo recomiendo mucho ya que es una de esas lecturas que te acaba sorprendiendo gratamente!
Muchas gracias por tu comentario, me lo leeré seguro.
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